Ya lo dice el refrán: Noches alegres y mañanas tristes. Y es que San Juan despertó con una imagen desalentadora. La playa de Saimil amaneció llena de restos de la celebración de la mágica noche con un total de 31.000 kilos de basura. Mucha de ella, era debido en gran parte, al botellón. Los encargados de limpiar…